miércoles, 28 de febrero de 2018

Desastre De Fiesta


Protagonistas:
Mario y su familia
Carmen: Amiga de Mario, es una niña muy rebelde de vestir motera.
Ana: Amiga de Mario, morena con tirabuzones en el pelo. Es afable, divertida y  altruista, tiene muy buen corazón.
Carlos: Niño bueno y muy bien escritor.
Era el día 23 de febrero, el día en que nos dan las vacaciones de semana blanca. Estaba en recreo del cole con mis amigos y empezamos a hablar de celebrar una fiesta para la inauguración de las vacaciones. Planeamos invitar a un regimiento de personas. Y yo me ofrecí para hacerlo en mi casa.
Ana: Pero tendrás que preguntarles a tus padres
Carlos: Ana tiene razón
Entonces fui a preguntar a mis padres y dijeron que si. No me lo podía creer. Subí  a mi cuarto y se lo comente  mi grupo de amigos.
Alentados nos pusimos todos a cooperar dando ideas para amenizar la fiesta y hacerla más divertida.
Por la tarde fui al parque a jugar, pero cuando estaba más contento,  me llega un mensaje de mi madre que decía.
Mama: Mario solo puedes invitar a 3 personas.
¡No podía creerlo! La fiesta sería un aburrimiento solo con tres personas. Estaba tan aturdido que me choqué contra un matorral y me quedé maltrecho en el suelo.
No quería volver a casa, pero me di cuenta de que el sol ya estaba próximo a su ocaso. Así que cogí mis patines, me los puse y fui como un leopardo a casa. Cuando llegué a casa eran las 8.45 súper tarde. Entré sigilosamente para que nadie se diera cuenta, pero se dieron cuenta. Mi madre me dijo.
Mamá: Mario estas castigado por llegar tarde. Tienes terminantemente prohibido hacer la fiesta.
Mario: Pero mamá que ya estaba organizado
Mamá: Es mi última palabra.

En ese momento sonó un sonido en el zaguán.  Era mi hermano Pedro, miré a mi madre y a él no le regaña por llegar tarde. Me enfadé aún más.
Por la noche no podía dormir. Para relajarme, me puse a ver el firmamento. ¡Cuántas constelaciones hay!. De mayor me gustaría ser astrónomo. No me quedé dormido hasta el alba
Entonces decidí que iba a hacer la fiesta sin que se entere nadie. Ana, Carlos y Carmen me dijeron que era una idea muy peligrosa. Pero yo dije que no se preocuparan que tenía todo en mis manos.
Ese domingo mis padres iban a visitar a mi tío que es apicultor.  Para no ir, me hice el enfermo y mis padres me dejaron solo. Cuando mis padres se fueron yo preparé todo: puse la comida, las chuches, la música. La casa quedó engalanada parecía como la de nuestros sueños.
Todos estábamos muy contentos en la fiesta. Carmen era la dj.. Estábamos cantando y bailando era como un discoteca. 
 De repente se abrió la puerta de casa y entraron mis padres con mi hermano. Mi madre frunció el ceño y nos regaño de una manera.
Habían vuelto antes del campo porque la brida de un caballo se rompió y Pedro se había caído. ¡Qué infortunio!.
Todos recogimos. La fiesta fue un desastre y yo terminé castigado durante todas las vacaciones.
Pasaron los y volví al colegio. Mis amigos y yo estábamos hablando del desastre de la fiesta.   Y yo decidí escribir toda esta historia Desastre de fiesta.

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