Protagonistas:
Mario y su familia
Carmen: Amiga
de Mario, es una niña muy rebelde de vestir motera.
Ana:
Amiga de Mario, morena con tirabuzones en el pelo. Es afable,
divertida y altruista, tiene
muy buen corazón.
Carlos: Niño bueno y muy bien escritor.
Era el día 23 de febrero, el día en que nos dan las
vacaciones de semana blanca. Estaba en recreo del cole con mis amigos y
empezamos a hablar de celebrar una fiesta para la inauguración de
las vacaciones. Planeamos invitar a un regimiento de personas. Y yo
me ofrecí para hacerlo en mi casa.
Ana: Pero tendrás que preguntarles a tus padres
Carlos: Ana tiene razón
Entonces fui a preguntar a mis padres y dijeron que si. No
me lo podía creer. Subí a mi cuarto y se
lo comente mi grupo de amigos.
Alentados nos pusimos todos a cooperar dando
ideas para amenizar la fiesta y hacerla más divertida.
Por la tarde fui al parque a jugar, pero cuando estaba más
contento, me llega un mensaje de mi
madre que decía.
Mama: Mario solo puedes invitar a 3 personas.
¡No podía creerlo! La fiesta sería un aburrimiento solo con
tres personas. Estaba tan aturdido que me choqué contra un matorral y me quedé maltrecho en el suelo.
No quería volver a casa, pero me di cuenta de que el sol ya
estaba próximo a su ocaso. Así que cogí mis patines, me los puse y fui como
un leopardo a casa. Cuando llegué a casa eran las 8.45 súper tarde. Entré sigilosamente
para que nadie se diera cuenta, pero se dieron cuenta. Mi madre me
dijo.
Mamá: Mario estas castigado por llegar tarde. Tienes terminantemente
prohibido hacer la fiesta.
Mario: Pero mamá que ya estaba organizado
Mamá: Es mi última palabra.
En ese momento sonó un sonido en el zaguán. Era mi hermano Pedro, miré a mi madre y a él
no le regaña por llegar tarde. Me enfadé aún más.
Por la noche no podía dormir. Para relajarme, me puse a ver
el firmamento.
¡Cuántas constelaciones hay!. De mayor me gustaría ser astrónomo.
No me quedé dormido hasta el alba
Entonces decidí que iba a hacer la fiesta sin que se entere
nadie. Ana, Carlos y Carmen me dijeron que era una idea muy peligrosa. Pero yo
dije que no se preocuparan que tenía todo en mis manos.
Ese domingo mis padres iban a visitar a mi tío que es apicultor.
Para no ir, me hice el enfermo y mis
padres me dejaron solo. Cuando mis padres se fueron yo preparé todo: puse la
comida, las chuches, la música. La casa quedó engalanada parecía
como la de nuestros sueños.
Todos estábamos muy contentos en la fiesta. Carmen era la dj..
Estábamos cantando y bailando era como un discoteca.
De repente se abrió
la puerta de casa y entraron mis padres con mi hermano. Mi madre frunció el
ceño y nos regaño de una manera.
Habían vuelto antes del campo porque la brida de un
caballo se rompió y Pedro se había caído. ¡Qué infortunio!.
Todos recogimos. La fiesta fue un desastre y yo terminé
castigado durante todas las vacaciones.
Pasaron los y volví al colegio. Mis amigos y yo estábamos hablando
del desastre de la fiesta. Y yo decidí escribir toda esta historia Desastre de fiesta.