Erase una vez un niño llamado Mario, tenía 10
años y estaba en 5ºA de primaria. Un día, en clase de sociales la seño Amparo
explicó cómo funcionaba un reloj y mandó hacer uno para casa con materiales
antiguos
Mario llegó
a casa. Comenzó a buscar los materiales en el sótano porque allí había
cachivaches y su papá tenía un taller. Encontró un reloj antiguo que no
funcionaba y un destornillador.
Con el
destornillador lo abrió y empezó a arreglarlo, pero puso una pieza de más y
hubo un fallo.
Al día
siguiente
-
Bueno
chicos vamos a enseñar nuestro reloj. Dijo la seño.
-
Seño
el mío está roto. Dijo Mario
-
¿Por
qué? Dijo la seño
-
Yo
lo he intentado arreglar pero no funciona. Dijo Mario
-
A
ver que lo vea. Dijo la seño
Mario cogió el reloj, mientras
se acercaba a la seño tropezó y le dio a un botón que no había visto antes.
Sonó un ¡clik!.
-
¿Qué ha pasado?
Dijo Mario.
Todo el mundo estaba
parado, nadie se movía ni hablaba. No sabía qué había pasado. Mario salió de clase y recorrió todo el
colegio pero en todas las clases pasaba lo mismo. Todos estaban como si fueran
estátuas. Entonces pensó que al pulsar ese botón del reloj se había parado el
mundo por eso pulsó otra vez el botón y ¡clik.!
-
Todo el mundo se
mueve entonces puedo parar el mundo entero. Esto es un invento maravilloso ¡por
fin saldré en el periódico! Pensó Mario
Por la tarde Mario fue al
periódico más famoso de su ciudad.
-
Hola ¿Quién eres?
Preguntó un señor.
-
Soy Mario he
venido porque tengo aquí un reloj que para el mundo.
El
señor no se lo creía y dijo:
-
¡ j a ja ja! Venga
vamos a ver cómo para el mundo.
Le dio a
botón pero con tan mala suerte que el reloj se le cayó de las manos. Se le
rompió el reloj y Mario no sabía cómo volver a la normalidad.
-
¡Nooooo!
Se me ha caído ahora cómo volveré a ser normal.
Mario estaba
solo y aburrido, no podía hablar con nadie. De pronto se formó un agujero negro
delante de él.
Fue a mirarlo y de repente sintió que algo tiraba de él
-
¡Ahhhhhhhh!.
Dijo Mario al caerse al agujero.
No sabía dónde
estaba. Era todo blanco y muchas sillas alrededor. Mario vio un pilar del
tamaño de una mesa y en ese pilar encontró un reloj.
-
¡Un
reloj, será el billete de vuelta a casa!
Mario toco el botón y …..
-
No
suena el botón entonces no es como el que inventé. ¡ Nooo.!
-
¡Mario!,
¡Mario! ¿Te has hecho daño?. Venga, enseñamé tu reloj. Dijo la seño
-
Todo
fue un sueño. Pensó Mario
-
Mario.
Dijo otra vez la seño
-
¡Nooooooooooooo!.
Fin
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